Era el año 1982, l
a hermana mayor de nuestra madre tenía Alzheimer precoz. Soltera y sin hijos, no podía vivir sola.
Ingresa en un asilo de la época en la zona del Maresme, con todas las connotaciones negativas de esa palabra.
Nuestros padres fueron a visitarla y salieron muy preocupados por las condiciones en las que funcionaba ese lugar.
¡Era realmente espantoso!
Durante el viaje de regreso del asilo, mis padres pensaron en transformar nuestra casa en una residencia para personas mayores.
Y rediseñamos una preciosa masía modernista para cumplir con los 3 valores fundamentales que queremos aportar al cuidado de las personas mayores: Dignidad, Humanidad y Profesionalidad.
Que se transforman en:
* Bienestar de las personas mayores
* Tranquilidad de los familiares
* Motivación de los profesionales responsables de la atención y el cuidado.
Hicimos realidad este proyecto inspirados en el cuidado que queríamos darle a nuestra abuela.
Hoy, después de 40 años, seguimos cumpliendo con el deseo familiar de cuidar, ayudar y acompañar a quienes más queremos.